La autoestima baja suele aparecer como una voz interna dura y crìtca. Se camina por la vida como si cargara con un jurado interno implacable. No importa lo que hagan: nada alcanza, nada es suficiente, nada está “bien hecho”. Esa es la marca silenciosa de la autoestima baja: una guerra privada donde el enemigo está instalado adentro.
Y como toda batalla interna, suele ser invisible… hasta que empieza a doler.
¿Qué es realmente la autoestima? (Y qué no es)
La autoestima no es “quererse mucho”, como dicen los afiches con frases motivacionales. Es algo más profundo:
es la forma en que nos concebimos, el valor que sentimos tener y el derecho que creemos tener a existir, desear y ocupar un lugar.
Cuando está golpeada, el mundo se vuelve un examen permanente.
Señales de autoestima baja en adultos
1. Autocrítica despiadada
Si algo sale bien, “es suerte”. Si sale mal, “soy un desastre”.
2. Dificultad para poner límites
Se teme incomodar, molestar o decepcionar.
3. Miedo a los vínculos profundos
No por falta de amor, sino por la certeza interna de “no merecer”.
4. Comparación constante
La condena más moderna.
¿De dónde viene una autoestima lastimada? El espejo temprano
La autoestima nace cuando alguien que nos cuida:
-
Nos mira con interés, no solo con control.
-
Nos escucha, incluso cuando el balbuceo no tiene sentido.
-
Nos sostiene, aunque perdamos la paciencia.
-
Nos reconoce, más allá de lo que hacemos o dejamos de hacer.
Es decir: cuando alguien nos confirma que somos dignos de ser amado.
A veces basta una sola figura estable; a veces la trama familiar entera ayuda. Pero cuando esas miradas son crìtcas, exigentes o están ausentes, el niño aprende una lección silenciosa:
“Mi valor depende del otro.”
Ese es el germen de la autoestima frágil.
¿Qué pasa cuando un adulto tiene autoestima baja?
No se nota enseguida. A veces usan maquillaje emocional:
-
independencia exagerada,
-
humor constante,
-
productividad sin descanso,
-
querer ayudar a todos menos a sí mismos.
Pero en el fondo hay miedo: miedo a no ser suficiente, miedo a ser descubiertos como “fraude”, miedo a perder el afecto si no cumplen las expectativas del mundo.
¿Se puede reconstruir la autoestima? Absolutamente sí.
La psicoterapia psicoanalítica trabaja la autoestima desde la raíz, no desde el parche.
¿Qué hacemos?
-
Exploramos la historia emocional que la moldeó.
-
Identificamos la voz crítica que gobierna.
-
Le damos lugar a la voz propia, la verdadera.
-
Trabajamos el derecho a desear, a equivocarse, a poner límites.
-
Revisamos los vínculos que repiten viejas heridas.
-
Reconstruimos la sensación interna de valor, no basada en el logro, sino en el ser.
La autoestima no se “sube”, se reconstruye en el espacio psicoanalítico desde una mirada que entiende, nombra y no juzga.
Un paso hacia adelante
Si sentís que vivís en guerra con vos misma o vos mismo, podemos trabajar juntos este camino. Agendà tu primera cita!
.

